Coatepec, Ver.  22/OCT/2023. Cultura Errante. Imágenes: Miguel Á. Hidalgo.

En el horizonte, donde el oscuro manto de la noche cede su reinado al resplandor del día, nace un nuevo amanecer. El cielo se viste de tonos violáceos y anaranjados, como un lienzo donde la esperanza se teje con hilos de luz. Pero esta vez, la natural belleza que lo envuelve se ve interrumpida por el ruido de aparatosas máquinas que trabajan día y noche.

Estas máquinas, movidas por la ambición y la errónea idea de que a más cemento corresponde más desarrollo, rompen el silencio de la aurora con sus estridentes motores. El canto de las aves, una vez lleno de promesas, lucha por ser escuchado sobre el estruendo de la construcción desenfrenada.

Sin embargo, en medio de esta discordia, en este instante de belleza perturbada, se revela una verdad profunda. Cada nuevo día no solo es un llamado a la lucha por la justicia y la verdad, sino también a la preservación de la belleza natural que nos rodea. A pesar de las máquinas y la ambición desmedida, la tierra persiste en mostrarnos su esplendor.

El amanecer, con su luminosidad, revela las sombras que aún se aferran a la tierra, los desafíos que deben superarse, no solo en la esfera humana, sino también en la preservación de la naturaleza. Las aves, en su canto persistente, nos recuerdan que, aunque el ruido sea ensordecedor, la armonía de la tierra aún puede ser restaurada.

Así, en el crujir de las hojas y en el susurro del viento, se oye un mensaje claro: en este nuevo día, debemos estar dispuestos a alzar la voz por lo correcto, no solo en la justicia entre seres humanos, sino también en la defensa de la madre naturaleza. El amanecer, con su esplendor, nos recuerda que la esperanza y la lucha son dos caras de la misma moneda, y la armonía con la naturaleza es esencial para un mundo mejor.

Y en medio de la luz dorada y la promesa del día, el corazón se fortalece con la certeza de que, aunque el camino sea arduo, la verdad, la justicia y la preservación del mundo que nos rodea son faros que iluminarán nuestro rumbo en cada nuevo amanecer.

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